Historia de nuestra organización
Yaiza, Volker y Ricarda nos conocimos en un seminario conjunto organizado por la Hampeq (curandera) Vilma Pinedo Sánchez. En aquel momento, los tres ya llevábamos muchos años vinculados a la tradición andina, habíamos realizado diversos programas de formación y perfeccionamiento en esta amplia enseñanza, habíamos visitado los Andes y habíamos adquirido varios años de experiencia práctica. Por experiencia práctica no sólo entendemos la que hemos adquirido con nuestros pacientes y clientes en la práctica. Nuestras vidas privadas y profesionales también han cambiado.
Además del principio de Ayni (Qechua: equilibrio/compartir – principio sagrado de equilibrio en el dar y el recibir), existen otros principios de concienciación para la vida cotidiana.
Hablamos de Yachay (poder del pensamiento), Munay (amor incondicional puesto bajo la propia voluntad) y Llankay (poder de la acción). Cuando estos tres principios encuentran su lugar en nuestra vida cotidiana, nos hacemos más conscientes de cómo actuamos, pensamos y sentimos. Los cambios se hacen posibles y la vida fluye en una dirección equilibrada y armoniosa.
La vida ya no nos sucede sin más, nos convertimos en los diseñadores de nuestras vidas.
Otra frase importante para describir la tradición es «la energía está viva y sigue a la intención». La tradición no sólo vive en la conciencia de la energía visible y el mundo material. Pero también en el mundo del mundo energético, que en su mayor parte es invisible para nosotros, los humanos. Esto ocurre con gran respeto y gratitud hacia la Madre Tierra, el Padre Sol, hacia los antepasados. En última instancia, hacia todo el universo. En la tradición, la Pachamama abarca no sólo nuestra madre tierra, sino también todo el universo, incluidos el espacio y el tiempo.
Esta breve descripción de algo grande y completo es nuestro motor para llevar hasta ti el puente desde el corazón de la tradición con la ayuda del arco iris.